Un buen suelo para una buena planta
Que importante es el suelo para nuestras plantas
A manudo ponemos el foco en la planta. Sus hojas, tallo, que no tenga ningún tipo de enfermedad, que tenga más o menos luz… Pero pocas veces ponemos tanto énfasis en el suelo.
Tener un buen suelo y cuidarlo es tan importante como cuidar la propia planta. De él va a absorber muchos nutrientes claves para un buen desarrollo. Pero existen diferentes tipos de suelos, cada uno con una composición diferente que pueden ayudar o detener el crecimiento de nuestras plantas.
Por eso en este post vamos a hablar sobre algunos tipos de suelo.
Suelo arenoso
De fácil drenaje, se seca rápido. Aunque tiene menos nutrientes que otros suelos y requiere de un aporte extra de fertilizantes, retiene mejor la humedad y es de fácil cultivo. Muy adecuado para plantas de bulbo o cultivos de raíces vegetales (patatas o zanahorias).
Suelo arcilloso
Duro cuando está seco, es de pobre drenaje. Tiene pocas cámaras de aire y al mojarse se vuelve bastante pegajoso. Es más difícil de cultivar, pero, por otro lado, es rico en nutrientes para nuestras plantas.
Perfecto para árboles frutales, ornamentales o todo tipo de arbustos.
Suelos de turba
Uno de los suelos que más agua retiene, suele necesitar drenaje. Es húmedo y esponjoso. Contiene gran cantidad de ácidos, que mezclados con compost o materia orgánica, lo convierten en un suelo ideal para diferentes arbustos como el brezo.
Suelo calcáreo
Un tipo de suelo de naturaleza alcalina. Es recomendable mezclarlo con materia orgánica para retener mejor el agua, ya que es de drenaje libre. Muy buen suelo para árboles o arbustos. También como algunas verduras (espinaca o remolacha).
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